3 Posturas Restaurativas para Dormir Mejor: Una Secuencia Nocturna para Calmar la Mente y el Cuerpo

Dormir profundamente no siempre es sencillo. Recuperar el sueño puede ser difícil cuando el sistema nervioso está en alerta, y es ahí donde el yoga restaurativo se convierte en un poderoso aliado.
El poder del yoga restaurativo para dormir profundamente
El yoga restaurativo es una práctica suave, centrada en calmar el sistema nervioso y reconectar con el presente. A diferencia de estilos de yoga más activos, esta modalidad no busca fortalecer o estirar los músculos, sino ofrecer una experiencia de descanso profundo, tanto físico como emocional. Ideal para quienes han tenido un día ajetreado o sufren de ansiedad nocturna, el yoga restaurativo te invita a soltar, a detenerte y a respirar.
Practicar una breve secuencia antes de dormir puede ayudarte a transitar del estado de alerta al descanso. Los beneficios son múltiples: reducción de los niveles de estrés, aumento en la producción de endorfinas, mejor calidad del sueño y un mayor bienestar general. Además, utilizar accesorios como mantas, cojines o bloques puede facilitar aún más la experiencia, permitiendo que el cuerpo se sienta sostenido y seguro.
Una secuencia nocturna restaurativa para relajarte antes de dormir
Compartimos una rutina personal para volver al descanso cuando el insomnio aparece: se apoya en tres posturas clave que mantienen el cuerpo en un estado de relajación pasiva durante al menos tres minutos cada una. Lo importante es respirar profundamente, sin forzar, dejando que el cuerpo se libere del esfuerzo diario. A continuación, te presentamos esta secuencia transformadora.
Postura del niño (Balasana)
Comienza arrodillándote sobre la cama o una superficie acolchada. Junta los dedos gordos de los pies y abre ligeramente las rodillas. Inclínate hacia adelante hasta que la frente toque la superficie, y apoya los brazos a los lados del cuerpo o extendidos hacia adelante. Puedes colocar una manta o cojín debajo del torso o la cabeza para mayor comodidad. Esta postura calma la mente, relaja la espalda baja y crea un espacio de recogimiento, ideal para empezar a soltar las tensiones del día.
Giro suave en decúbito supino
Acuéstate boca arriba con las piernas extendidas. Lleva ambas rodillas hacia el pecho y luego déjalas caer suavemente hacia un lado, manteniendo los hombros apoyados en el suelo. Puedes colocar un cojín debajo de las rodillas para mayor soporte. Permanece aquí respirando profundamente, luego cambia de lado. Este movimiento masajea suavemente los órganos internos, estimula la digestión y libera la tensión de la columna y la cintura, preparando al cuerpo para el descanso.
Piernas en la pared (Viparita Karani)
Busca una pared o un respaldo firme. Siéntate de lado contra ella y gira el cuerpo para estirar las piernas hacia arriba, de modo que queden apoyadas verticalmente sobre la pared. Puedes colocar una manta doblada o un cojín bajo las caderas para una ligera elevación. Cierra los ojos y permite que la gravedad haga el trabajo. Esta postura favorece la circulación, reduce la hinchazón en las piernas y calma el sistema nervioso, induciendo una sensación de entrega y descanso total.
Respira, suelta, descansa
Mantén cada postura al menos tres minutos, centrándote en una respiración pausada y consciente. No se trata de “hacer” yoga, sino de “ser” en él. Al permitir que el cuerpo descanse en estas formas suaves y restauradoras, también le das a tu mente el permiso de soltar las preocupaciones del día.
Recuerda que no necesitas mucho para crear tu pequeño ritual nocturno: un espacio tranquilo, unas mantas o almohadas, y la intención de cuidarte. El yoga restaurativo no solo mejora la calidad del sueño, sino que también te reconecta contigo mismo, con ese espacio interno de calma que siempre está disponible, incluso en las noches más inquietas. restaurador a largo plazo.
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