¿Cómo elegir un estilo de Yoga?

En este artículo te mostraremos algunos de los principales estilos de yoga para que sepas cómo elegir una estilo de yoga adecuado para ti. Estarás listo para adentrarte en esta fascinante práctica.

El Yoga es una práctica milenaria y, como tal, con el paso de los siglos se ha ido fragmentando y ha ido derivando en distintos tipos, estilos o modalidades. Aunque todas comparten unos orígenes y una visión común, también tienen importantes diferencias y orientaciones.                         

¿Cómo elegir un estilo de yoga que resulte el ideal para mí? ¡Probando los diferentes estilos! Hay estilos más dinámicos, otros más espirituales, otros más modernos.                                        

Algunos de los estilos más populares de yoga y que ofrecemos en YOGA HOME MADRID son:                           

                            

Hatha Yoga

Proviene de una de las tres escuelas históricas de yoga, siendo la más antigua de las tres. Es el tipo de yoga en el que se enmarcan muchos de los que conocemos actualmente, centrados fundamentalmente en el aspecto físico. Combina posturas con ejercicios de respiración. Permite aprender los conceptos y términos básicos del yoga, tanto los asanas como el pranayama.                                                         

Es adecuado para aquellos que comienzan en la práctica del yoga, dado que su ritmo, más pausado, permite centrarse en la postura, y sus movimientos son más fáciles. Se trata de una práctica básica, suave, lenta y controlada, donde se mantienen las posturas el tiempo suficiente para conocer los detalles de cada una, aunque no por ello menos intensa.                                         

Al intercalar posturas y pausas, se alternan fases de tensión y fases de relajación y se crea una gran armonía entre cuerpo y mente, ayudados por técnicas de respiración.

En sánscrito, Hatha yoga significa disciplina de fuerza, una fuerza que busca el equilibrio de las polaridades que hay en nuestro interior. De hecho, “Ha” significa sol y representa la energía más activa y “Tha” o luna que representa la relajación. Normalmente la práctica se comienza por el Saludo al Sol para activar el cuerpo, y se termina con Savanasa o relajación.

Ashtanga Yoga

Contiene elementos de Hatha yoga, pero se diferencia en el ritmo. Mientras que Hatha conlleva un ritmo pausado, Ashtanga se base en posturas y movimientos fluidos y continuos, ligados a la respiración. Es un yoga dinámico y es una práctica más exigente y vigorosa. El orden de las posturas está predefinido, existiendo diferentes series de secuencias determinadas (3 series iniciales ahora divididas en 6, que son las que se suelen practicar).                                         

“Ashtanga” en sánscrito significa ocho pasos: Yama o las restricciones, Niyama o las observancias, Asanas, Pranayama o la respiración con consciencia, Pratyahara o la introspección, Dharana o la concentración, Dhyana o la meditación y Samadhi o la contemplación.                             

La práctica de Ashtanga es de gran ayuda para quienes buscan un camino de autodisciplina y autocontrol. Al ser una práctica dinámica de cierta intensidad, mejora nuestra salud cardiovascular, tonifica y fortalece los músculos y elimina toxinas.                                                   

Por su alta intensidad física, puede resultar intenso al iniciarse en la práctica, pero es apto para principiantes. La práctica con regularidad de secuencias determinadas permite ver fácilmente la progresión en la práctica.                           

Ashtanga Myshore, es una variante que se basa en clases no guiadas, donde cada alumno practica individualmente mientras el profesor le supervisa y guía, ajustando cada postura.

Power Yoga

Es un tipo de yoga dinámico. Se inspira en el Ashtanga, pero su práctica es más intensa y físicamente más exigente, aunque también más flexible y creativa al seguir series libres, no predeterminadas, de asanas. Requiere más resistencia, fuerza y flexibilidad. Al ser una de las prácticas de yoga físicamente más exigentes que hay, requiere una buena forma física y tono muscular.                                      

Suele caracterizarse por enfatizar posturas de pie para acelerar el ritmo cardíaco. Son movimientos fluidos y energizantes. Quienes lo practican suelen acabar empapados de sudor. Es muy adecuado para reducir el estrés, mejorar la salud cardiovascular y tonificar diferentes partes de cuerpo a la vez, a la vez que se gana en concentración, equilibrio y flexibilidad.                                      

Es un estilo de yoga más reciente, que no proviene de la India. Sus orígenes los encontramos en Occidente (EEUU) en la década de los 80. Aunque es un estilo de yoga que da prioridad al aspecto físico, mantiene la esencia del yoga, buscando la unión de mente y cuerpo, mediante la secuencia de asanas y pranayama.                   

Yoga Aéreo

Se practica en suspensión, con la ayuda de columpios o telas que nos permiten realización las posturas de yoga tradicionales. Estos columpios se pueden ajustar en altura para llegar en determinadas posturas al suelo. Los estribos de pies y manos ayudan a complementar el número de posturas que se pueden realizar.                                            

Aporta muchos beneficios a la vez que te relajas flotando en el aire. Al no estar limitadas las posturas por el suelo o las paredes, el cuerpo tiene más libertad de movimiento en cualquier dirección, incluso hacia abajo, lo que permite estirar los músculos y las articulaciones de nuevas formas. Se aumenta así la flexibilidad muscular respetando las articulaciones, evitando la compresión de la vertebras al estar invertido y reduciendo al mínimo el riesgo de lesiones. También se mejora el sistema circulatorio debido a los cambios continuos de postura – muchas de ellas invertidas- y el trabajo físico que requiere mantener el cuerpo en equilibrio.                                       

La tela del columpio se ajusta al cuerpo, facilitando todas las variantes de las posturas invertidas. Aunque las posturas pueden mantenerse más tiempo, el movimiento entre posturas suele ser fluido, aprovechando la energía generada en cada postura. La correcta ejecución de una secuencia parece una práctica de danza.

Es apto para todos. En las clases de yoga para principiantes, el cuerpo mantendrá el contacto con el suelo más tiempo, mientras que, en las clases de yoga más avanzadas, las posturas son acrobáticas y se realizan en suspensión durante toda la práctica.                 

Vinyasa Flow Yoga

Es un yoga dinámico donde las posturas fluyen acompasadas de una respiración consciente. Podríamos definirlo como un Ashtanga Vinyasa de estilo libre, ya que no sigue la estructura de series fijas de Ashtanga.                                          

Vinyasa, en sánscrito, está formado por dos conceptos: “vi”, o posicionamiento del cuerpo según un contexto, y “nyasa” o estado meditativo que propugna la concentración en un punto y su posterior “liberación”. Son, por tanto, transiciones o secuencias dinámicas de diferentes posturas sincronizadas con la respiración.                                         

La transición de una postura a otra se inicia siempre desde la respiración. Todas las vinyasas llevan una dinámica concreta, donde, generalmente, con cada inhalación se sube o expande, y con cada exhalación se baja o contrae. Al inhalar nos cargamos de “prana” o energía que nutre y al exhalar desprendemos “apana” o energía que purifica. La respiración crea el ritmo del movimiento entre postura y los tiempos de cada postura.                                    

Lo puede practicar todo el mundo e incluso es adecuado para los niños. Es aconsejable para aquellos que quieran comenzar su práctica, tomar alguna clase de Hatha para aprender las posturas que luego se practicarán de forma más fluida en Vinyasa Yoga. Las prácticas de Vinyasa Flow más avanzadas pueden ser exigentes, con un importante ejercicio aeróbico, perfecto para quemar calorías.                              

Iyengar Yoga

Es un estilo que pone su énfasis en la precisión técnica de las posturas. Su fundador es B.K.S. Iyengar. Se puede considerar que Hatha es su predecesor. Es un tipo de yoga pausado que busca la correcta ejecución de las posturas (mediante la alineación de columna, hombros, caderas, pies). Se realizan menos posturas que en otros tipos de yoga, y las posturas se pueden mantener más tiempo. Durante la práctica, es fundamental que el profesor corrija al alumno hasta lograr la perfecta ejecución de cada postura.                                   

Es muy adecuado para recuperarse tras una lesión o dolencia postural, o para aquellos con poca movilidad o aún no mucha forma física. También es muy adecuado para aquellos que quieren iniciarse en la práctica de yoga, por su carácter didáctico, al focalizarse en aprender bien la ejecución de las diferentes posturas, con una adecuada respiración y con total conciencia de la postura.                                    

Al emplear material de ayuda como bolsters, bloques, straps o cinturones, mantas, sillas, etc, la práctica se hace accesible para todos los públicos, y se adapta a las necesidades de cada cuerpo que practica. Al sostener posturas durante un tiempo, su práctica ayuda a aumentar la flexibilidad y la fuerza muscular, aportando también un gran conocimiento del cuerpo.

Yin Yoga

El yin yoga es una práctica restaurativa, derivada de Hatha yoga, a base de posturas estáticas, que se sostiene de forma relajada durante más tiempo (entre 2 y 10 minutos).                                                        

Esta práctica se centra en trabajar los tejidos conectivos (fascia, ligamentos, articulaciones, tendones) en lugar de la masa muscular. El hecho de mantener durante un tiempo prolongado y de forma relajada cada postura, permite que el cuerpo y la mente lleguen a un estado profundo de relajación.                                         

En el yin yoga la mayoría de las posturas son sentadas o acostadas. La práctica de yin es más pasiva que otras prácticas de yoga, por lo que se complementa bien con otros estilos más activos, como Vinyasa, Power o Ashtanga.                              

Es una práctica adecuada para todo el público, sea cual sea su condición física y edad, y es ideal aquellos que quieren iniciarse en el yoga, ya que es muy segura y no requiere de apenas correcciones. El estado de relajación al que se llega, permite conectarnos con el aquí y el ahora. Sus principales beneficios, además del correcto manejo del stress y la ansiedad, es el aumento de la flexibilidad, así como la mejora de movilidad en las articulaciones.                                                     

Yin – Yang Yoga

Yin y Yang son conceptos que provienen del taoísmo y representan la dualidad que existe en las cosas. Son dos fuerzas opuestas y complementarias, que forman un equilibrio dinámico. Yin representa el principio femenino, asimilado a conceptos como la tierra, la oscuridad y la pasividad. Yang es el principio masculino, representado por el cielo, la luz y la actividad.                                              

Yin-Yang yoga es el yoga del equilibrio, donde se combina la práctica de Yin yoga, más introspectivo y pausado, que trabaja los tejidos conectivos más profundos, con la práctica de Yang Yoga, más enérgico y más activo, que desarrolla la fuerza muscular y la resistencia. Se gana así en flexibilidad y relajación, mediante el Yin y se realiza ejercicio cardiovascular y quema más energía mediante la práctica del Yang. Las clases pueden comenzar con la práctica de Yin, para ir calentando el cuerpo antes de continuar con la práctica Yang, o viceversa, de forma que tras un intenso ejercicio cardiovascular se termine con la práctica Yin para relajarse y desconectar.

Yoga Restaurativo

Es un yoga suave, pasivo y relajado, que hace uso de variedad de soportes que hacen más fáciles y cómodas las posturas, pudiendo así mantenerlas durante un tiempo más prolongado, y acompasadas de la respiración libre y natural. Se consigue así, relajar tanto el cuerpo como la mente. Los músculos se destensan y se despiertan los mecanismos internos de relajación. Es, por tanto, muy adecuado para reducir el estrés, controlar la ansiedad o mejorar el insomnio.                                         

El uso de múltiples soportes (bloques, bolsters, mantas, cojines, cinturones, sillas, …) facilitan la ejecución de las posturas, haciéndolas cómodas y accesibles, incluso para aquellos como poca flexibilidad o algún tipo de dolencia o limitación física. Su práctica descansa el sistema nervioso, y predispone a la relajación tanto el cuerpo como la mente. Mejora también la flexibilidad, a través del estiramiento pasivo que aportan las posturas prolongadas, y corrige los malos hábitos posturales.                                             

Las posturas se centran sobre todo en movimientos en diferentes direcciones de la columna vertebral: torsiones, flexiones, extensiones, todos ellos suaves, que permiten abrir y estirar diferentes zonas del cuerpo. Predominan las posturas de suelo (sentado y tumbado), aunque también posturas invertidas asistidas, para reducir el esfuerzo y facilitar su prolongación.                                              

Es un estilo que tienen sus orígenes en Iyengar, y, aunque con cierta similitud al Yin Yoga se diferencia de este en que, Yin yoga no emplea tantos soportes, siendo la propia gravedad del cuerpo y la atención a la respiración los medios empleados para relajar el cuerpo y la mente.                                            

Es una práctica muy recomendable para complementar otras más activas como Ashtanga, Vinyasa o Hatha, logrando así un perfecto equilibrio en la práctica.                                      

Rocket Yoga

Es un estilo de yoga moderno, que tiene su origen en Ashtanga, pero no sigue el patrón tradicional de series, donde no se permite pasar a las posturas de una serie hasta haber completado la anterior. Es un yoga dinámico, muy activo. Al igual que su precursor se estructura en tres series, pero no tienen por qué ser en cada práctica iguales, dejando espacio para la creatividad dentro de sus series. 

En Rocket yoga se combinan posturas de las series primaria, intermedia y avanzada de Ashtanga de forma equilibrada. Es una práctica menos rígida que su precursor ya que permite dar un toque más personal, incorporando variantes en las series según lo necesites o sientas en cada práctica, lo que aporta dinamismo y fluidez en la práctica.

Es una práctica de yoga muy completo, tanto por que fortalece el core, como porque permite avanzar al mayor ritmo adaptando las posturas necesarias con algunas variantes, o probando posturas de mayor nivel con respecto a tu práctica habitual, de ahí su nombre Rocket o cohete.

Sivananda Yoga

Es una modalidad más espiritual, que tiene sus orígenes en Hatha yoga. Es un estilo de ritmo lento más centrado en la meditación y la respiración consciente. Sus prácticas suelen comenzar y terminan con el canto, los mantras y la meditación. 

La práctica se desarrolla con una secuencia de 12 posturas básicas, acompasadas de una respiración correcta, profunda, rítmica y pausada; para llevar al cuerpo y la mente a un estado de relajación profundo. En sus principios también se incluye la alimentación, vegetariana, equilibrada y natural, así como el pensamiento positivo que aporte bienestar al individuo.     

Es un estilo adecuado para todos aquellos que quieran adentrarse en la parte más espiritual y meditativa del yoga, que fortalece cuerpo y mente, eliminando el estrés, y aportando una mentalidad positiva, sin olvidarse de los beneficios que aportan otros estilos de yoga, como la flexibilidad.

Yoga Kids: Yoga para niños

Yoga para niños es una disciplina adaptada y adecuada para los más pequeños. Con edades de entre 6 y 12 años, se aborda la práctica desde la diversión, como si fuera un juego, para mantener así su interés y atención.                               

El secreto de las clases es que sean entretenidas, lúdicas y divertidas, que supongan un reto para los pequeños, mientras desarrollan habilidades como la concentración, la atención, la disciplina, el esfuerzo, la memoria y la relajación.

Suelen ser clases más cortas, que aportan multitud de beneficios desde temprana edad, tanto a nivel físico como emocional. Los niños no sólo ganan en flexibilidad, en equilibrio, en comportamiento postural, en conocimiento del cuerpo, en aprender a respirar sino también en saber canalizar su energía, en creatividad e imaginación, en ejercitar la paciencia, aumentar su confianza y autoestima, todo ello fomentando la amistad, las relaciones personales y el compañerismo.                                            

Las posturas que se ejecutan son básicas, donde los retos son mantener la concentración, el equilibrio, la paciencia, adoptando buenas prácticas posturales y ayudando al desarrollo de su sistema esquelético, muscular, circulatorio, respiratorio y nervioso.          

            

Ya sabes cómo elegir un estilo de yoga: Ahora solo falta probarlos

Ahora que ya sabes más sobre los principales tipos de yoga, te resultará fácil saber cómo elegir un estilo de yoga. Revisa los estilos de yoga que ofrecemos en nuestro centro y nuestros horarios ¿Encontraste algún estilo que te llame la atención? Ven a probarlo en Yoga Home Madrid.

Namasté.

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